Seguramente sabes que es perjudicial una exposición solar prolongada con frecuencia, pero tal vez, aún no sabes las nefastas consecuencias que tienen los efectos nocivos del sol sobre la piel. ¿Quieres saber más? ¡Continúa leyendo el artículo completo!

Antes que nada, cabe resaltar que los rayos ultravioletas provienen del sol y se pueden clasificar en tres tipos: UVA, UVB y UVC, estos aportan efectos negativos a la salud de nuestra piel, principalmente los dos primeros.

Por su parte, los rayos UVA son los que broncean nuestra piel y si se expone al sol moderadamente, pueda que no sean tan dañinos, de lo contrario, especialmente si nos exponemos al sol entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde con mucha frecuencia, los ratos UVA pueden provocar enrojecimiento, manchas en la piel y el envejecimiento prematuro. Ahora, los rayos UVB cuentan con una mayor energía, por lo que resultan ser los más dañinos para nuestra piel provocando quemaduras y melanoma.

Tenemos claro que el órgano principal más afectado por las radiaciones UV es la piel, pero no es el único, pues también repercute negativamente en nuestros ojos abriendo las puertas a diferentes patologías como fotoqueratosis o fotoconjuntivitos u otras un poco más graves como las cataratas o el cáncer de córnea. Aquí como método de prevención es muy importante hacer uso de gafas de sol.

A continuación, exponemos algunas verdades y mentiras sobre las radiaciones UV, esto según el portal web Campus Laser y su artículo sobre las radiaciones solares, ¡echa un vistazo!

• Cuanto más cortas son las sombras más peligroso es el sol.

Verdadero: Cuando las sombras son cortas la elevación solar es alta y la radiación solar es más intensa

• A mayor altitud es más fácil quemarse.

Verdadero: Cuanto mayor es la altitud, la atenuación de la radiación UV por la atmósfera es menor.

• Si estás metido dentro del agua no puedes quemarte.

Falso: El agua atenúa la radiación UV, pero te puedes quemar incluso dentro de ella.

• Los efectos negativos de las quemaduras por el sol son acumulativos.

Verdadero: la capacidad del cuerpo humano para proteger y reparar daños producidos por la radiación UV decrece a lo largo de la vida.

• La aplicación repetida de cremas solares me protege del sol todo el tiempo que desee estar expuesta.

Falso: Las cremas solares sólo protegen durante algún tiempo, después del cual la exposición a la radiación UV es dañina.